Hace falta una buena dosis de coraje para atreverse a cruzar este puente de mono y sus 140 metros de largo y son numerosos los que vienen a la región de North Vancouver en Canadá para probar esta experiencia.
Con sus 8 kilómetros, es el segundo puente suspendido más largo del mundo. Conecta la península del norte de Michigan con la del sur, y su cruce da tanto miedo a algunas personas que la administración del puente ofrece un servicio de pilotos para coger el coche en lugar de los conductores en pánico.
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Una vez más, un puente récord procedente de China. Es el segundo más alto del mundo, destronado en 2016 por el puente de Beipanjiang, y que mide 496 metros.
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