Después, Jeff decidió que no se podía tener a una ardilla voladora como mascota y pensó seriamente en devolverla a la naturaleza, donde realmente pertenecía. Pero, algo en su corazón le decía que se quedara con ella, así que decidió volverla parte de su familia. Actualmente, esta maravillosa ardilla voladora tiene una jaula hecha especialmente para ella y cuenta con una vida de lujos y amor.