De mal en peor
Para empeorar las cosas, el periodista Giles Coren de The Times tuiteó un post que parecía “confirmar” que William había engañado a Kate. Fue retirado, supuestamente debido a la presión del palacio. Y otras publicaciones que difundieron los rumores recibieron al parecer advertencias legales.
La revista Cosmopolitan por su parte, reveló una de las cartas de los abogados que representan a la realeza. En ella se decía: “Además de ser falsa y muy perjudicial, la publicación de falsas especulaciones sobre la vida privada de nuestros clientes constituye también una violación de su intimidad, de conformidad con el artículo 8 del Convenio Europeo de Derechos Humanos”. Por supuesto, el envío de cartas legales de esta manera fue un movimiento bastante inusual para la realeza.