Sal
Una de las cosas que más atrae de este pescado es su intenso sabor, algo que se consigue, en gran parte, a las grandes cantidades de sal que se añaden artificialmente. Si bien el sodio que forma parte de la sal es imprescindible para realizar algunas funciones orgánicas como la homeostasis celular o la regulación de la presión arterial, su consumo en exceso aumenta el riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares, así como ataques cardíacos.
Pesca intensiva
Como ocurre con otras especies de peces, la pesca intensiva del atún está mermando no solamente a la especie en sí misma, sino también dañando los ecosistemas en los que viven, puesto que en más ocasiones de lo que es de recibo se usan artes de pesca que dañan su habitat.