20. Cuando era niño, era sumamente religioso. Él mismo se encargó de confesarlo en una entrevista donde hablaba de su infancia. Cada domingo iba a misa con su familia y se quedaba embobado con el sermón del pastor “Norman Vincent Peale”. “Odiaba tener que marcharme de la iglesia”, dijo hace un tiempo, “odiaba que terminase el sermón; así de increíble era”.